Junto a la carretera de Deesa proliferan suburbios de Dalits (oprimidos). Nitaben y sus amigos heredaron esta condición hace 3.500 años cuando los aborígenes, indios de origen fieles a su cultura, no se integraron en la civilización aria quedando así marcados como excluidos o “intocables”.
Los desdichados buscan sobrevivir con pequeñas artesanías manuales y sus vidas despenden de secar y anudar firmemente la palma para fabricar escobas. Nitaben, con 9 años, domina el negocio ofreciendo a los transeúntes su preciada mercancía. |